El lema seleccionado para el instituto imaginario (IES Santa Inquisición, así llamado porque lo ubicamos en Torquemada) que construimos en la actividad práctica del aula fue "construimos personas", que quizás es sobre simplificar la labor llevada a cabo en el centro, pero que aun así la resume en su dimensión más básica. Además, es un lema que está abierto a la interpretación, por lo que su significado puede variar según en que contexto se emplee, algo que me parece importante considerar, puesto que os contextos en los que se desarrollan los distintos institutos pueden ser muy distintos los unos de los otros.
Más específicamente, se podría afirmar que la educación, más allá de construir personas, deben entregarse a los alumnos una serie de herramientas que podrán emplear a lo largo de su vida para solventar obstáculos y sentirse realizados como individuos.
En cuanto a los valores que consideramos como más valiosos a la hora de lograr una educación efectiva y exitosa; no hubo un gran debate intergrupal, puesto que la mayoría del grupo tenía claras que valores eran prioritarios. Lo que si resultó de vital importancia fue comprender primero que significado tenía cada uno de los valores listados.
Además, a la hora de decidir el orden de estos valores, surgió la posibilidad de enfocar la situación desde el punto de vista del alumnado o desde el punto de vista del personal docente, puesto que el orden de los valores cambiará de forma significativa.
Finalmente, nos decantamos por la segunda opción, por lo que los valores a los que mayor importancia otorgamos son aquellos relacionados con el mundo de la educación y del estudio; seguido por el mundo social y de las interacciones con aquellos que los rodean (por ejemplo, temas como familia, amigos, etc.). El éxito laboral y futuro ocuparía el tercer escalón,; y por último estaría todo lo relacionado con la salud, la vida social y el ocio.
Aunque todo el grupo estuvo de acuerdo con el orden de valores que establecimos, estaría mintiendo si no afirmase que hubo una cierta duda (al menos por mi parte) sobre la colocación final. El problema radica en que la gran mayoría de estos valores resultan esenciales, y la diferencia de importancia entre ellos puede ser muy pequeña, por lo que su organización puede resultar muy complicada. En el fondo, la gran mayoría de los valores seleccionados estarían muy juntos en la parte de alta importancia, con solo dos o tres ubicados algo más abajo en la escala. Aunque también es verdad que, debido a el elevado número de valores que deberían transmitirse desde los docentes a los alumnos, es lógico suponer que distintos profesores otorguen más o menos importancia a diferentes valores.
Comentarios
Publicar un comentario