Conflicto en el aula

Los conflictos en el aula son de muy variada índole, y la gravedad de los mismos también puede variar de forma importante. Para los propósitos de esta entrada, que consisten en presentar un conflicto junto con la solución pertinente, voy a centrarme en uno relativamente benévolo: Surge una importante discusión a la hora de establecer una fecha de examen entre los alumnos, y hay varios bandos que no están dispuestos a ceder.

Para resolver esta situación, se pueden tomar medidas que se clasificarán según sean preventivas (antes de que ocurra el conflicto) o resolutivas (una vez que el conflicto ya ha comenzado). 

A la hora de intentar evitar que situaciones de esta índole ocurran, resultaría interesante que durante la primera semana de clase, por ejemplo, se permitiese a los alumnos debatir y establecer un reglamento y una serie de normas a cumplir por todos, lo que puede evitar conflictos posteriores. 

Retrayéndonos más hacia el pasado, también habría sido importante fomentar en los alumnos un mayor desarrollo de sus habilidades de empatía, comprensión y compromiso, que les serán 

útiles en toda una serie de situaciones, primero como estudiantes y luego como adultos.

Pero una vez que el conflicto estalla, deben olvidarse las medidas preventivas para este caso en particular (aunque puede tomarse como síntoma de que quizás habría que emplearlas para evitar futuros problemas), y centrarse en las resolutivas. En este caso en particular, el profesor puede aparecer como mediador, redirigiendo el conflicto hasta que la discusión se convierta en una conversación respetuosa (aunque esto resulte difícil de conseguir). 

Aunque encauzar la discusión hacia el diálogo podría ser la opción más conveniente, siempre existen las alternativas más autoritarias. Como profesor, queda en nuestras manos resolver esta clase de conflictos, originados debido a que se les ha otorgado a los alumnos la capacidad de decisión, arrebatándolos esta libertad de elegir. De esta manera, la discusión pierde todo sentido (aunque el resentimiento existente puede dirigirse hacia el profesor). No es una solución ideal, pero es una que existe, y por lo tanto debe tenerse en cuenta.